Por Javier de Obeso
Este año participo en 8 ligas de fantasy football, 3 en Yahoo y 5 en
ESPN. Entre 8 partidos que tengo cada semana, es poco probable que
pierda todos mis juegos. Sin embargo, debo confesar que mis dos principales intereses son la liga de mi familia (Purogonzalez) y la liga Laguna Football 07. En la primera por obvias razones me interesa hacer un buen papel (por eso y porque le metí lana). En la otra es más que nada una cuestión de orgullo, ya que el año pasado, gracias a una serie de pésimas elecciones que empezaron con el draft acabé en último lugar.
En fin, todo lo anterior no tiene absolutamente nada que ver con el tema de este post. Lo que quiero señalar es lo engañoso de los números, y cómo estos nos pueden orillar a tomar malas decisiones. Tomando el caso de mi equipo Rough Trade observamos que, al arrancar la temporada, el equipo ya está 0-2. Naturalmente RT ocupa los últimos lugares de la liga, pero lo curioso es que el equipo ha tenido muy buenos desempeños en las dos jornadas que ha participado. Increíblemente, el equipo hizo la misma cantidad de puntos (139) en las dos jornadas. Esto significa que la producción del equipo es estable, pero que no ha sido suficiente para contrarrestar las actuaciones excepcionales de algunos jugadores en las primeras 2 semanas.
¿A qué me lleva esto? A que en este mismo momento podría decidir hacer un montón de cambios orillado por la desesperación de romper la mala racha. Sin embargo, la estabilidad del equipo indica que, al ir avanzando la temporada, el desempeño de los jugadores puede ir aumentando (finalmente la mayoría de mis jugadores son studs). Aquí el problema es encontrar las combinaciones que maximizen los resultados en una semana dada.
Al trabajar con los ingenieros sobre el análisis de datos del fantasy, les explico que a nosotros nos interesa la regularidad. Si estuviéramos inviritiendo en la bolsa ciertamente otro sería nuestro comportamiento. Por lo tanto, todavía no encuentro motivos de peso para hacer cambios drásticos en mi alineación.
El problema vendrá en la semana 4 con los byes. Ahí ya es imposible mantener un cuadro estable y entonces necesariamente tendré que hacer varios cambios. Desafortunadamente no tengo tanto tiempo para analizar el universo de jugadores y tomar nota de los jugadores en upside. De la semana 4 a la 10 simplemente voy a llenar los slots y esperar que la suerte me favorezca.
Este año participo en 8 ligas de fantasy football, 3 en Yahoo y 5 en
ESPN. Entre 8 partidos que tengo cada semana, es poco probable que
pierda todos mis juegos. Sin embargo, debo confesar que mis dos principales intereses son la liga de mi familia (Purogonzalez) y la liga Laguna Football 07. En la primera por obvias razones me interesa hacer un buen papel (por eso y porque le metí lana). En la otra es más que nada una cuestión de orgullo, ya que el año pasado, gracias a una serie de pésimas elecciones que empezaron con el draft acabé en último lugar.
En fin, todo lo anterior no tiene absolutamente nada que ver con el tema de este post. Lo que quiero señalar es lo engañoso de los números, y cómo estos nos pueden orillar a tomar malas decisiones. Tomando el caso de mi equipo Rough Trade observamos que, al arrancar la temporada, el equipo ya está 0-2. Naturalmente RT ocupa los últimos lugares de la liga, pero lo curioso es que el equipo ha tenido muy buenos desempeños en las dos jornadas que ha participado. Increíblemente, el equipo hizo la misma cantidad de puntos (139) en las dos jornadas. Esto significa que la producción del equipo es estable, pero que no ha sido suficiente para contrarrestar las actuaciones excepcionales de algunos jugadores en las primeras 2 semanas.
¿A qué me lleva esto? A que en este mismo momento podría decidir hacer un montón de cambios orillado por la desesperación de romper la mala racha. Sin embargo, la estabilidad del equipo indica que, al ir avanzando la temporada, el desempeño de los jugadores puede ir aumentando (finalmente la mayoría de mis jugadores son studs). Aquí el problema es encontrar las combinaciones que maximizen los resultados en una semana dada.
Al trabajar con los ingenieros sobre el análisis de datos del fantasy, les explico que a nosotros nos interesa la regularidad. Si estuviéramos inviritiendo en la bolsa ciertamente otro sería nuestro comportamiento. Por lo tanto, todavía no encuentro motivos de peso para hacer cambios drásticos en mi alineación.
El problema vendrá en la semana 4 con los byes. Ahí ya es imposible mantener un cuadro estable y entonces necesariamente tendré que hacer varios cambios. Desafortunadamente no tengo tanto tiempo para analizar el universo de jugadores y tomar nota de los jugadores en upside. De la semana 4 a la 10 simplemente voy a llenar los slots y esperar que la suerte me favorezca.
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